domingo, 15 de abril de 2012

Nicolás Jarque



(Foto cortesía de Depropio)



Duelo de artistas

En la Plaza Mayor se congregaron decenas de personas un martes cualquiera, sin celebración ni manifestación conocida. Los presentes formaban un cuadrado amplio, dejando el centro para que lo ocupara un viejo charlatán con esmoquin. Éste, fue presentando a los diferentes grupos, que se dividían así: al Norte, unos músicos armados con sus instrumentos; al Sur,  pintores apoyados sobre sus caballetes a la espera de desenvainar sus pinceles; al Este, unos poetas que recitaban versos bélicos; y al Oeste, unos mimos que adoptaban poses amenazantes. El público permanecía expectante, preguntándose de qué se trataba dicha representación. El animador del acto, pronto resolvió la duda, cuando instó a  que cada grupo eligiera un portavoz para defender sus posturas, pues al parecer no todos tenían cabida en la plaza. Se escucharon murmullos entre los espectadores mientras los portavoces de los distintos grupos se unían al lado del charlatán. El primero en exponer sus razones fue el músico.

—La música es paz y armonía. Alegra el espíritu de los viajeros que llegan a esta plaza. La prueba, las muchas piezas que nos solicitan…

—Perdone que le interrumpa, si se trata de solicitudes, nosotros los pintores de esta plaza somos los que más recibimos, miles cada día.

— ¿No lo dirá en serio? Si la mayoría de ustedes siempre pintan los mismos cuadros. La plaza debe ser para nosotros, los poetas. ¿Qué mayor placer puede disfrutar un caminante que los versos que mecen sus sentidos?

—Qué pena dan. Los turistas huyen de ustedes porque piensan que les van a robar, además que no entienden ni una palabra de vuestra prosa.  Con nuestra mímica se detienen, nos sonríen y hasta se fotografían.

El viejo les interrumpió, pidiéndoles calma y se giró hacia al público para solicitarles su opinión. El silencio se apoderó de la plaza, algunos sonreían y otros se miraban, pero de repente se abrió un camino en el que un joven se acercó al charlatán, para decir:

—Si lo que ustedes buscan es la atención de los visitantes, háganme un favor, prueben con el microrrelato.

— ¿Microrrelato?, ¿Eso qué es?

— ¿Y ustedes se autoproclaman artistas? Deberían saber que el microrrelato es el arte de aunar en un reducido espacio la musicalidad de las palabras, de dibujar sueños, cuidando poéticamente a las palabras y arrancando una sorpresa con pose final.

— ¡Paparruchas!  —le espetó el pintor.
Esa descalificación provocó el enfado general, y que de los laterales llovieran botellas de plástico, latas y restos de comida. Los del centro, aprovechando la confusión, se liaron a puñetazos y empujones que arrastró a todo el mundo.

Yo que estaba allí, no sé como acabó la contienda pues me marché en mitad de la batalla. ¿Mi opinión? No tengo ni idea, lo único es que la experiencia me sirvió para escribir este microrrelato. 


Nicolás Jarque - El rincón de Nicolás Jarque

5 comentarios:

  1. Nicolás esta historia me la tienes que prestar para mi otro blog, el de "Mis fotos de Madrid". A ver si hablamos de ello.

    Un abrazo.

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  2. He aquí un grande!!!!!

    Un abrazo Nico!!!

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  3. Eso digo yo, un microrrelato... ¿Qué es?

    Salud y besos payasos, Nicolás.

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  4. ¡Olé! Ese es mi Nicolás, con una mano en la cadera que parece a punto de obsequiarnos con una jotica ;-) ¡Broma, broma, broma!
    Estuviste genial leyendo tu micro.

    Un abrazo.

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  5. El microrrelato, ese gran desconocido...
    Fantático!

    Besos.

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